Por: Joao Carlos Pérez Dorado
Cerrar la puerta y respetar las decisiones del Gobierno no es sencillo para algunos. Para ti, que apenas sobrevives, es más complejo aún. A estas alturas has empezado a divagar. No sabes qué hora es en los relojes atascados de la pared. Confundes los momentos del día. Encerrado, mientras el sol se oculta, puedes escuchar las voces de tus muertos...